...de una tarde de otoño, que parece más de primavera.
Me resulta raro llegar a esta época del año y andar de mangas cortas, cuando normalmente estaría abrigado a más no poder. Si bien las calles se encuentran coloreadas en el típico color ocre del otoño, éste no nos ha dado el presente.
Más allá de toda rareza, los recuerdos se disparan como si tuvieran voluntad propia. No respetan época del año, ni circunstancia. Manejando con el sol de la tarde de frente, sintiendo ese calorcito que te arropa. Ya listo para hacerme a un lado, y en la banquina, dormir una siestita. Sólo por el hecho de disfrutarla. Es de esas cosas que se pueden disfrutar sin excusas.
A que iba con todo esto? Pues a nada, tuve un lindo recuerdo y eso es todo.
Me resulta raro llegar a esta época del año y andar de mangas cortas, cuando normalmente estaría abrigado a más no poder. Si bien las calles se encuentran coloreadas en el típico color ocre del otoño, éste no nos ha dado el presente.
Más allá de toda rareza, los recuerdos se disparan como si tuvieran voluntad propia. No respetan época del año, ni circunstancia. Manejando con el sol de la tarde de frente, sintiendo ese calorcito que te arropa. Ya listo para hacerme a un lado, y en la banquina, dormir una siestita. Sólo por el hecho de disfrutarla. Es de esas cosas que se pueden disfrutar sin excusas.
A que iba con todo esto? Pues a nada, tuve un lindo recuerdo y eso es todo.
No comments:
Post a Comment